El guardian de la mina


Autor: Christian Acevedo Acevedo


E ste en un relato de esfuerzo, tradición y engaño ocurrido no muy lejos de un hogar.

El pueblo de Maule tiene mas de 80 años pero su historia empieza mucho más atrás en al historia; en los inicios del siglo 20.

Una de las tantas leyendas de LA MINA DEL CHIVATO , es la que relataré a continuación :

La verdad es que en aquella época Maule existía como un villorrio muy pequeño , no menos importante ya que su pequeña cantidad de personas trabajan en la mina , que para aquella época ya tenía su historia de más de 400 años , puesto que los indígenas , verdaderos dueños de esta tierra , ya explotaban esta mina , mucho antes de la llegada de Colón a América.

Volviendo con nuestro relato, en el año 1920 aproximadamente, llegaron por estos parajes empresarios norteamericanos, con la idea fija de abrir un gran trabajo. Nuestro personaje es el Sr. Pando , no recuerdo ahora su nombre de pila , trajo al villorrio de Maule prosperidad y crecimiento . Por tanto, Maule en sí mismo resurgió gracias al auge de la minería en esta zona

En la misma mina específicamente en un pique llamado CHUCHUNCO, (uno de los tantos piques existentes), nos centraremos en esta oportunidad ya que, la veta principal fue cortada en este mismo punto y fue seguida tan abajo como les fue posible llegar con la tecnología de este tiempo ; llegando a alcanzar una profundidad de mas de 200 metros . A esa profundidad el agua era tanta que tenían que bajar bombas especiales para no mojarse. Poseían varias bombas de agua que según mi abuelo, JOSE ALADIN ACEVEDO, Q.E.P.D., el último de los verdaderos pirquineros. Eran de plomo y funcionaban tirando el agua de posos inferiores a superiores, hasta llegar a la superficie.

La veta principal corre de Noreste a suroeste muy abajo. En la labor trabajan en 3 turnos, donde existen, personal encargado de los explosivos y cargadores. Afuera tenemos al personal de la planta encargado de la molinera en los TRAPICHES, y en las jaulas de concentrado de minerales. Como pueden ver es una gran faena.

El problema empezó cuando el cerro se puso peligroso, ya que por su inestable condición y muy poco mantenimiento empezó con derrumbes robos de minerales en su interior. En Maule a eso de la 23:00, ERNESTO SOTO, un modesto trabajador, obrero de la mina y muy amigo del nochero que cuidaba las instalaciones, habían acordado realizar un trabajo que les reportaría a ambos jugosas ganancias.
Ernesto, casado con Ana García, hermosa mujer trigueña, madre de 2 hijos pequeños, estaba planeando junto al nochero saca un material de lo mejor, desde la VETA MADRE, con lo cual significaría que si lo obtenía , no tendría que trabajar por un largo tiempo. Había acordado que a la noche siguiente a esa hora entraría a robar un par de kilos de mineral para luego retirarse a su casa y repartir las ganancias…. Pero no fue tan así, su “amigo”el guardia, le tenia reservado una macabra sorpresa.

A la noche siguiente, a eso de las 00:30 AM, fue a buscar su destino al fondo de la labor , bajó a la mina solo, llegó a la veta madre y cuando había empezando a guardar el concentrado aurífero, recibió un fuerte golpe en la cabeza, cayendo aturdido al suelo en ese lugar. El guardia lo había golpeado y no por accidente, simplemente, era su oportunidad de hacer a un lado el único estorbo que tenia para estar al lado de Ana García, mujer de Ernesto.


Al día siguiente el nochero se reportó a su jefe, señalando que sintió en el CHUCHUNCO similares a los de derrumbes; el señor PANDO, enterado del precario estado de al faena, dio autorización para que dinamitaran esa labor al medio día. Mientras tanto Ana García, preocupada por su marido que no regresó en la noche, al día siguiente, fue a consultar a la administración de la mina por Ernesto: se le comunicó que hoy no había llegado a trabajar y que posiblemente estaba bebiendo en alguna cantina

Esta mujer, al retirarse de la oficina a las 12:00 PM, se sintió grandes explosiones en CHUCHUNCO y una malévola sonrisa asomó en el rostro del nochero, el cual esa hora se retira a su casa. Por el camino se topó con la señora Ana, esta le preguntó muy ocupada ¿que fue ese ruido?, no se preocupe slo están eliminando un poco de peligro para los trabajadores. Y así la acompañoó hasta llegar al pueblo.
Días más tarde, algunos trabajadores creyeron escuchar golpes en los antiguos rieles que conducían al interior de la derrumbada mina.

Nadie volvió a ver jamás a Ernesto Soto, su mujer no se resignó a pensar que su esposo la había dejado por otra mujer, lo conocía muy bien, pero el nochero se encargo de cambiarle según él esas erradas ideas, y así ella jamás supo que él fue el culpable de la muerte de su marido.

Con el paso de los años y el avance de la tecnología, se pudo acceder a maquinarias más poderosas y a técnicas de extracción más seguras y confiables, confiables, con las cuales lograron despejar y reabrir el pique CHUCHUNCO. No obstante, siempre que intentaban bajar a más de 150 metros, se escuchaban ruidos de una persona que estaba trabajando y soltaba sus herramientas, para luego derrumbar la labor entera.

Según mi abuelo Aladin, “ Ernesto “es el guardián de la mina.

Se cree que esta presencia es la causante de los derrumbes.
Hoy en día si tienes valor de bajar a la mina, de noche, puedes escucharlo como aun sigue tratando de salir de su eterna prisión.

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